miércoles, junio 11, 2008

Eres nadie y tus ojos azúles me quitan el sueño, eres nadie y el café me ha durado una semana, el reloj ha vivido más que yo, los cigarros no los siento. Eres nadie y yo acá esperando en la nada la luz histérica del teléfono, nadie y tu voz atrapa la mía, se corta, palidece, pierde fuerza, incoherente.

Eres nadie y escribo y duermo por las tardes, nadie y me acompañas en el camino, nadie y te siento en el hombro como la muerte. Como las últimas palabras del que agoniza se repiten una y otra vez, hora tras hora, ecos de alguna gotera que dejé pasar. Nadie y te escondes tras mis párpados cuando intento dormir.

Eres nadie, plano, ausente ..
nadie y me llenas
nadie y me tiemblan las manos
Nadie. Todo sediento de mi o de cualquiera que se te licúe en las manos.
Nadie que dispersa pertenencia de los espacios, que entra e ilumina, que calma en la estadía, que angustia en las partidas, que me despeina en la ausencia ..