sábado, junio 17, 2006


Si era tarde o temprano,
eso depende de la vida de los demás.

La luz de velador y la música de los escalofríos.

"But I´m more
than just
a little
curious
How you're plannin' to go about makin' your amends"


Cojines, la espalda en el respaldo. Las manos entre medio de las piernas, frotándose, huyendo del frío, escarbando el cubre camas, presionadas por letras, los libros, las lecturas para mañana. Sweater y gorro encima. Café.
Las horas transcurren entre líneas en los fundamentos del periodismo y en la tranquila estancia de la mente en lo ajeno, en lo concreto que no permite evaluaciones, que no provoca insomnios ni uñas mordidas. Instantes de una paz casi tal cual como la soñada, la añorada, la fugitiva. La paz que no perdonó el quiebre, que escapó a la verdad, que hoy no habita. No en las esquinas, no en las paredes, no en los papeles.

La luz de la lámpara y las sombras de los objetos, como botellas de coca cola light, crean contrastes en las paredes. Gemas estáticas, cuadros oscuros, figuras claras. Canelas. Su cuerpo en la cama, sentado y un cuerpo aún más grande en la sombra por encima del ropero, el ángulo prismático de las luces, el lugar de juegos, de palomas inventadas, de palomas negras, de animales que se comen, de corazones a dos manos que se los lleva la luz natural, asesina de las sombras juguetonas.

Sin avisos, sin ruidos, sin velas que se apagan de la nada, sin recursos estéticos cinematográficos de cine de terror, asi tal cual, un puño acuoso cruza la pared convirtiendo el cemento en un líquido tétrico, transformando las cáscaras de pintura en tinta fresca. Girando la cabeza del cuerpo encima de la cama hacia la pared de atrás, casi esquivando mecánicamente el golpe. No gritos, no rupturas. El puño atrapa su mano izquierda y con la derecha comienza una lucha mientras la pieza se inhunda de tinta negra, como la lluvia en la ventana. Lluvia que no es la blanca, sino la negra, no la que limpia. El rocío que quema en las mañanas de un día cualquiera que no amaneció frío, sino negro, sin sol, sin faroles. Debajo de la cama hay algo, algo que cortará, que salvará, algo que hay que buscar con una sola mano, que no alcanza, que no permite, que solo hasta hace poco esta ahí. Situado en base a un acto premeditado de autoayuda. Pero ¡ah! algo no permite, no permite ¡tirar bien!. "¡Suéltame!" Buscar, buscar lo que sana, lo que amputa el puño, lo que extirpa la angustia.

Debajo de la cama. Debajo de la cama.

domingo, junio 11, 2006

Mockingbird

Now hush little baby don’t u cry
Everything's gonna be all right
Stiffin' that upper lip up little lady I told ya
Daddy’s here to hold ya through the night


Es tarde y en el espejo mi cara hacia adelante y hacia atrás bien adelante acerco la cara hasta desfigurar las lineas difuminar la luz y dentro del ojo el blanco el rojo el café el negro un giro y ahí una imagen algo oscura una niña una calle se cierra el ojo intenta capturar ¡grita! ¡abre los párpados! de a poco, así...lento. Menos ravotril.

En la pupila un bus y ella sentada -21 ventana- para mirar lo que se queda y lo que luego viene lo que se está muriendo y que de vuelta resucita Para ver las cosas que caen luego de cerrar la puerta como ruedan los miedos por la carretera como se van quedando los abrazos mendáces y algunas noches plásticas falsas furiosas rojas como las rayas del ojo tan esporádicas como éstas mismas De agarrarse la cabeza y girarla violentamente en trecientos sesenta grados tomarla y reventarla en el respaldo de la cama de hundir las uñas en la piel para que entiendas para que entiendas tu para que entienda él para que entiendas tu para que entienda ella y ella que no lo vea mientras limpio la sangre en el baño que no lo vea que no me encierre cierra la puerta ¡no abras! Cierra con el pie patea que no empuje la puerta que se escape yo limpio yo limpio De esperarte de noches de mostrarte el dibujo que hice que no viste que hice en el colegio de contarte que me caí que me rompí que me quemé que salvé y tuve una mascota cuatro horas una paloma de contarte que no estás de decirte que no has llegado que tu teléfono está malo que hay reunión de apoderados que la mamá quiere cigarros que no quiero ir a comprar que no hay pan que no quiero comer pan que no quiero comer que no quiero tomar agua que no quiero ir ¡que veas! que esas noches vienen y van mas vienen que se van.

Y noches que se van mientras me voy y se quedan ahí esperando calientes en la carretera recien accidentada histéricas pacientes de oler un pétalo de un minuto de felicidad de paz que no debe estar minutos que deben destruír con colmillos hambrientos cuerpos de gas negro y vuelven conmigo cuando comienza la vida la vida la vida cuando vuelvo y me siguen me atrapan me esperan en el kilómetro cuatrocientos en la mitad me miran me buscan se agarran se cuelgan del bus trepan y las empujo cierro los ojos cierro a cortina te miro duermes me tapo la cara cierro la cortina cerrada y me abrazo las piernas te miro duermes me miran desde la ventana miran diciendo negando una salida bailando mis angustias humedeciendo mi mecha y ya es el kilómetro cierro la cortina las espero cierro la ventana no alcanzo me qitan la mano le muerdo las uñas me tiran el pelo pateo la ventana te miro duermes vomito y se cuela entre los dedos me cuelo entre tus dedos se me abren los ojos grito y no hay voz te miro no escuchas una noche en un hombro una noche en la ventana una me tira un brazo otra me mira un ojo cierro el otro me toca un golpe y abro los dos sus manos en mi cara apretándome las mandíbulas ¡abre la boca! ¡abre la boca! entra una noche me ahorca me asfixio la garganta yo ¿y tu? ¡abre los ojos! una en los ojos en mis ojos el blanco el rojo el café el negro el negro el negro un giro y ahí una imagen algo oscura una niña yo la niña en la cama de un golpe mirando la ventana con el estómago lleno de noches que me violaron la traquea inhundándome sin pudor.